La Prefectura de Imbabura realizará una evaluación técnica para ver la posibilidad de encaminar un proyecto de riego en Guachinguero. Intervendrá también con recursos económicos para sumar esfuerzos que permitan ejecutar una obra en calidad de compensación en este mismo sitio, por el aprovechamiento de una fuente de agua destinada para el proyecto de riego en Azama.
IBARRA.- Habitantes de las comunidades de Azama y Guachinguero del cantón Otavalo se reunieron en la Prefectura de Imbabura a fin de establecer acuerdos que les permita vivir en armonía. Como resultado, los poblados se comprometieron a compartir responsabilidades en temas relacionados al desarrollo, con el apoyo de las instituciones públicas, entre ellas, el organismo provincial y el Gobierno Municipal.
En la localidad de Azama, hace poco, la Prefectura dio inicio al proyecto de riego en beneficio de los agricultores. Para llevar a cabo esta acción se tomó en cuenta el aprovechamiento de la fuente de agua Fitara Huayco, ubicada en la comunidad Guachinguero, de la parroquia San José de Quichinche.
Este hecho motivó a los moradores de esta zona a solicitar una compensación, traducida en una obra de infraestructura. A más de ello, aspiran también contar con un sistema de riego, para lo cual se muestran dispuestos a realizar las gestiones pertinentes y a generar los requisitos que se requieren, entre ellos, obtener la autorización de la Secretaría Nacional del Agua, conformar una Junta de Agua y estar dispuestos a asumir responsabilidades en la administración.
Las inquietudes vertidas en este encuentro tuvieron respuesta en el prefecto Pablo Jurado quien invitó a la delegación de Guachinguero a colaborar activamente para el desarrollo de un proyecto de riego en beneficio de esta comunidad. También se mostró abierto a destinar recursos económicos para complementar un rubro importante, sumando también el aporte del Gobierno Municipal, que sirva para la construcción de la obra requerida en calidad de compensación por el aprovechamiento de la fuente de agua.
Como consecuencia de este diálogo se llegó a redactar un documento en el que se especifica la voluntad de las partes de resolver en común acuerdo cualquier tipo de controversia que pueda surgir en el camino. Los comuneros salieron satisfechos de la reunión, sin dejar de reconocer la participación de la Prefectura en temas que tienen que ver con el bienestar y desarrollo, de manera general.
