IBARRA.- En los últimos años, San Rafael, parroquia rural del cantón Otavalo, logró mejorar la mayor parte de su vialidad. Las calles del centro poblado y de las zonas más apartadas lucen con un toque de modernidad. Es el resultado de la intervención de la Prefectura de Imbabura, bajo el liderazgo de Pablo Jurado. Lo hecho permite que esta localidad se proyecte hacia el desarrollo al que todos tienen derecho. Una vez más, el organismo provincial entregó a los habitantes un trabajo de adoquinado, construido en las calles Aliso Pogyo y Coraza Ñan, en la comunidad Huaycopungo, mediante una inversión de 96.937 dólares. Antes de esta intervención estos tramos registraban problemas para el tránsito, pero, a más de ello, el sector registraba contaminación por la presencia de polvo y lodo. El Gobierno Parroquial lideró la gestión y ya en el terreno el prefecto Jurado estuvo atento a que el proyecto se ejecute, conforme a lo planificado. La Empresa Pública Imbavial se encargó de las acciones. A más del adoquinado construyó los bordillos de hormigón, un muro de gaviones, bermas y niveló los pozos de revisión. En conclusión, estas calles quedaron con una imagen diferente al pasado y ahora dan vistosidad a la parroquia. Con estas vías flamantes, renovadas y modernas, aproximadamente 2000 habitantes se benefician directamente. Disponen de un trazado vial de primer orden para poder transitar, siendo otro elemento importante, dentro de esta labor, el aumento de la plusvalía que se genera automáticamente en cada uno de los predios. La inauguración convocó a una gran cantidad de habitantes de Huaycopungo. Hicieron un alto en sus actividades diarias para estar presentes y agradecer a las autoridades que hicieron posible esta obra. Esthela Aguilar, en calidad de presidenta del GAD Parroquial intervino para dar testimonio de la satisfacción de este territorio por los logros alcanzados. Dijo que el cambio es evidente y ya se puede hablar de un desarrollo constante. El prefecto y la viceprefecta María Gabriela Jaramillo calificaron a lo realizado como un acto de justicia para este poblado. El pronunciamiento fue dirigido en el sentido de que se trata de impulsar el bienestar de los sectores más apartados, pensando en el derecho que tienen de contar con obras de calidad que cubran necesidades y que se conviertan en ejes trascendentes de una vida mejor.