Los pobladores del Juncal celebraron la culminación de los trabajos de adoquinado de las calles.
La inversión en esta acción fue de 91.000 dólares. Con ello, la imagen de esta localidad cambió radicalmente. Dejó atrás la impresión de abandono y se transformó en un sitio adecuado para vivir dignamente.
IBARRA.- Las calles de la comunidad El Juncal, parroquia Ambuquí, cantón Ibarra están adoquinadas. La Prefectura de Imbabura invirtió 91.000 dólares en estas obras. Con ello, el progreso llegó de la mano, ante la satisfacción de sus habitantes.
La noche del lunes, 2 de julio, hubo un acto especial para celebrar la inauguración. Moradores de los diferentes sectores se concentraron para recibir al prefecto Pablo Jurado, quien arribó, precisamente, para entregar oficialmente los trabajos realizados.
Los dirigentes encabezaron la bienvenida. Hubo coincidencias a la hora de reconocer la atención oportuna del organismo seccional ante las necesidades del poblado. Destacaron que años atrás emprendieron la gestión para que se mejoren las calles, sin embargo, poco caso se hizo a su pedido, hasta que por fin, la actual administración entendió la importancia de impulsar esta tarea.
Esa quizá fue la principal razón para festejar con énfasis la culminación del proyecto que, además, fue producto de la planificación en la que jugaron un papel especial, los moradores. Reunidos en asambleas propusieron emprender las gestiones para que se adoquinen las arterias de su territorio y encontraron respuesta positiva.
Adriano Cárdenas, presidente del Gobierno Parroquial, hizo referencia a la labor coordinada que se lleva adelante para impulsar la construcción de obras de vialidad y riego. Enfatizó que, gracias a la Prefectura, se ha podido concretar las aspiraciones de esta jurisdicción productiva y turística.
Al dirigirse a los pobladores de El Juncal, el prefecto Pablo Jurado manifestó su complacencia por la culminación de uno más de los proyectos trazados en favor de los sectores rurales. “Es grato entregar a la comunidad una obra que, sin duda, reflejará desarrollo y bienestar”.
La intervención en materia vial se llevó a cabo con total empeño. Se construyeron aceras, bordillos y al final se colocaron adoquines, con lo cual cada uno de los pasos de la zona central quedaron relucientes. En todo este proceso existió un ejercicio de participación ciudadana, pues los habitantes estuvieron pendientes de que se cumplan los términos de calidad.