Marcha por la paz y la vida en la ciudad de Ibarra.
La Prefectura de Imbabura lideró una marcha que reunió a la sociedad civil, organizaciones barriales, comerciantes de los mercados, obreros, trabajadores, empresas públicas, Patronato Provincial, gobiernos parroquiales y familiares del ciudadano ibarreño Marcelo Muñoz, secuestrado dese hace 5 años. Fue la expresión de una ciudad y una provincia luchadora, que rechaza la violencia e imagina siempre continuar su convivencia en un ambiente pacífico y productivo.
IBARRA.- La multitud vestida de blanco- como símbolo de paz- y exhibiendo carteles con leyendas en rechazo a los actos violentos en la frontera norte que cobró la vida de varios ciudadanos ecuatorianos, inició con entusiasmo la marcha en el obelisco y luego por las calles principales de la ciudad de Ibarra.
Los gritos de consignas de una provincia unidad por la vida y la solidaridad se escuchaban con energía y, un importante grupo de personas acompañaron a la familia del ibarreño Marcelo Muñoz, secuestrado hace 5 años.
El prefecto Pablo Jurado, junto a su esposa y los alcaldes de Ibarra y Otavalo lideraron la marcha en la que también estuvieron líderes comunitarios y miles de ciudadanos de organizaciones sociales, barriales, obreros y trabajadores de las instituciones públicas que se unieron en una iniciativa necesaria para expresar su preocupación frente a las prácticas violentas.
En el parque Pedro Moncayo, lugar a donde arribaron todos, el prefecto Jurado expresó que esta jornada constituye un profundo rechazo a los actos delincuenciales en la frontera norte que buscan generar el caos, pero que encuentran a una población y a sus autoridades unidas en las provincias de Imbabura, Esmeraldas, Carchi y Sucumbíos para decirle al país y al mundo que se busca vivir en paz.
“No podemos dejarnos atemorizar por un grupo de delincuentes. Debemos ser más fuertes, unidos y solidarios en tiempos difíciles y mantener sobre todo la calma”.
También hizo un llamado para que el Gobierno Nacional, Fuerzas Armadas y Policía Nacional actúen de manera enérgica y sumen esfuerzos para garantizar el mantenimiento de la paz de manera efectiva y oportuna.
Resaltó que durante este acto se vio como hombres y mujeres encontraron un tiempo para expresar su protesta total a estas prácticas violentas que suceden en el territorio vecino, pero que dejaron el miedo para gritar a viva voz que Imbabura es una provincia de paz, que Imbabura no quiere más secuestros ni extorsiones.
“Son ciudadanos que encontraron la energía necesaria para actuar sin egoísmos, que vieron reflejado el dolor y la incertidumbre de una familia que extraña a su padre Marcelo Muñoz, esposo, hijo y amigo”, manifestó el prefecto, al referirse a la situación de este ciudadano ibarreño que permanece desaparecido como consecuencia del delito de secuestro.